Embarazos alter-nativos

Cada vez son más las parejas que durante el embarazo se plantean cómo participar de un modo más activo en el nacimiento de sus hijos.
Claro que en el camino deben enfrentarse, la mayoría de las veces, con la resistencia de un sistema médico obstétrico que ha sido más formado para actuar sobre la patología que para acompañar el curso normal de un parto fisiológico.
Es así que las embarazadas ( a quienes preferimos por lo tanto no llamar pacientes ya que no están padeciendo una enfermedad) que son conscientes de esta hipermedicalización de la perinatalidad, se planteen cómo elegir a un médico obstetra que respete sus derechos a elegir cómo, cuándo y con quién parir, sin renunciar por ello a las intervenciones que fueran necesarias en aquellos estadísticamente pocos casos en los que estuviera en riesgo su salud o la del bebé ya que es un derecho de toda mujer el gozar al mismo tiempo de un parto “humanizado” y “seguro”.
A partir de aquí parecieran abrirse dos categorías en la atención al parto: una la tradicional y otra la tal llamada alternativa que pretendería hacer otra cosa distinta a la primera y con la que no tendrían puntos de contacto.
En realidad creemos que pensarlo así es construir una falsa antinomia.El plantearlas como opuestas no nos permite recuperar lo rico que cada una posee que las puede nutrir respectivamente. Además no creemos que contribuya a desarrollar un modelo de parto personalizado que responda a la necesidad de cada pareja sobretodo cuando observamos que muchos de los obstetras llamados tradicionales están hoy revisando prácticas que dejaban antes por fuera de toda discusión.
Preferimos en cambio pensar lo alternativo como lo “alter-nativo”.
Esa capacidad de hacer nacer lo otro que hay en mí. Una posibilidad particularmente facilitada en el proceso de embarazo, parto y post-parto donde se produce un verdadero pasaje hacia la vida, donde lo viejo cede espacio a lo nuevo, donde los otros que también yo soy irrumpen en mí naciendo y dejando morir lo viejo, donde asumo el riesgo de ser otro de mí mismo.
Es el embarazo, con sus nueve meses de duración más que el breve período de un parto , donde se gesta esta transformación.
Transformación que es movimiento que construye y que no pretende otra forma sino el puro devenir.
Devenir en la filiación como padre, madre, hijo, abuelo, tío. Devenir otro cuerpo que escucha, que comprende, que siente.
Ampliar nuestra mirada más allá del escenario del parto es lo que nos ha permitido seguramente en estos 28 años de trabajo institucional con parejas embarazadas, acompañar ese pasaje de un modo transformador.
Aprovecharlo para promover en cada protagonista el nacimiento de esos otros aspectos relegados o todavía no explorados de sí mismo y a la espera de una oportunidad que abra una brecha por donde poder emerger y ponerse en marcha.
Pensar en un parto alternativo supone haber parido esos otros adentro nuestro, proceso que sólo es posible cuando se ha utilizado provechosamente la desestabilización que produce el embarazo y la consecuente construcción de nuevos recursos corporales, emocionales y espirituales que hacen posible encarar de otro modo tanto la vida como la muerte.
Considero que esta es la tarea en la que como psicólogos podemos participar durante el inicio de la vida.
Prevenir y promover la salud emocional de los que conciben, gestan y dan vida para que también sus vidas se transformen y encuentren un nuevo sentido.
Ayudar a descubrir el velo tendido sobre la novela familiar, recorrer la historia psicosexual personal, fortalecer los lazos afectivos, parentales, sociales y de pareja, recuperar la memoria de la historia cultural personal, reposicionar lo laboral, estimular la conexión intrauterina con el bebé y afianzar la relación con la pareja.
Para quienes nos ocupamos además de lo somático, está en nosotros acompañar la percepción de los cambios corporales, revisando la postura, promoviendo la vitalidad física, acompañada de una alimentación y descanso adecuados al sistema de vida de cada uno.
También transitar con una disciplina corporal especializada por una experiencia que por su intensidad los familiarice con la del momento del parto.
En síntesis, nuestra propuesta es la de trascender los tradicionales cursos pre-parto organizando a lo largo de todo el embarazo Programas de salud interdisciplinarios que contemplen las necesidades de cada uno por mejorar su vida más allá del momento del parto.
De este modo estaremos aprovechando todo el período perinatal como momento “alter-nativo” que en sentido iniciático consistiría en parir a esos otros de nosotros que están a la espera de nacer .

Lic. Viviana Tobi