¿Qué nos queda de la Fisiología?

¿Mitos o realidad?

Desde un punto de vista médico, que no reconoce la competencia natural de parir de las mujeres y también desde la obstetricia moderna, el parto fisiológico es un mito. Desde la experiencia de las mujeres y de las parteras que las acompañan, es una realidad.
Una realidad distinta que la aprendida en los libros y las universidades y aún más cuando llegamos para sacar un bebe que ya asoma la cabeza en la vulva. Esta realidad está escrita en los cuerpos de las mujeres, cuando no la amordazan con teorías científicas –¿lo son realmente?- que imponen la inmovilidad durante el trabajo, la asistencia técnico-medicamentosa sistemática.
Esta realidad esta a redescubrirse. Cada vez más mujeres nos llaman y no podemos responderles a sus pedidos, siendo cada vez menos las que se animan. Animarse a decir, animarse a hacer, animarse a ser... mujeres.
El respeto de la fisiología del embarazo y el parto, da testimonio de otro relato del mundo donde lo Femenino tiene su lugar.
Y citaré a Céline Lemay, partera canadiense: “Confirma la experiencia de parto como esencialmente femenina, poderosa y creadora. Reconoce que la ciencia no es más que un estrato del saber, que las mujeres tienen otros conocimientos”.
Co-nacimiento* ligado a su sexo, su historia de mujer desde el alba de la humanidad. Este conocimiento tiene el poder en el momento del parto de hacerlas pasar a otro orden de cosas.
“El sobrepasar el dolor, vivido como dolor de esfuerzo, de creación y de separación, es un signo de transformación de aquella que pare y cuya identidad corporal, física y social es modificada para siempre.
El dolor, confiere al parto su valor inicial, un encuentro consigo, su faculta de hacer frente a las dificultades, de tener la experiencia de los sagrado”.
Mujeres y parteras, corolarias y solidarias desde el alba de la humanidad, ¿no ha llegado el momento de ponernos en pie?

(N.T.: en francés juega con el término co-naissance como co-nacimiento y connaissance como conocimiento )
Traducción libre del francés: Cecilia Núñez.